Mientras la Justicia le pidió explicaciones por un decreto, Jair Bolsonaro admitió "deslices" en su gobierno – A24.com

Jair Bolsonaro, desde Orlando, reconoció “deslices” en su gobierno (Foto: gentileza Metropoles).
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“Cometí algunos deslices en casa, pero muchos menos en el gobierno”, le cube Jair Bolsonaro a un grupo de seguidores en la puerta de su hogar en Orlando, Estados Unidos. Una mujer a su alrededor le pide que no regrese a Brasil. Pero la Justicia de su país quiere justamente lo contrario: que el expresidente explique las causas del decreto que hallaron en las oficinas de su exministro de Justicia. El escrito buscaba intervenir la justicia electoral para desconocer y revisar el triunfo de Lula da Silva.
El Supremo Tribunal Electoral (TSE) le dio un plazo de tres días para que dé su versión sobre ese decreto que no aceptaba su derrota electoral. No es necesario que regrese al Brasil, pero sí debe contestar el requerimiento de la Justicia en el plazo dado.
Hay que recordar que el TSE está presidido por el juez Alexandre de Moraes. Es el que, en esa calidad, le rechazó todos los planteos de nulidad o fraude que denunció Bolsonaro antes de la primera y de la segunda vuelta electoral. Por eso, el exmandatario lo consideraba como un enemigo private.
De Moraes, además, fue quien decidió apartar de su cargo al gobernador de Brasilia tras la revuelta del 8 de enero. Para el ministro de la Corte, el gobernador de la capital del país no actuó como debía o permitió la concentración de quienes asaltaron los edificios del poder federal brasileño.
Bolsonaro se fue a Estados Unidos aun siendo presidente en ejercicio. Lo hizo para no tener que estar presente en la asunción de Lula y tener que traspasarle la banda presidencial. Pero no fue el único.
Anderson Torres, su ministro de Justicia, también “emigró” a los Estados Unidos. La justicia de Brasil allanó sus oficinas -buscando elementos por los hechos del intento de golpe de Estado- y encontró un documento sorprendente: un decreto, listo para la firma de Bolsonaro, por el cual se intervenía por 30 días a la justicia electoral y los militares serían los ayudantes de la autoridad designada por el presidente para revisar el proceso electoral. O lo que es lo mismo: desconocer el triunfo de Lula en la elección presidencial.
Fragmento del decreto que la Justicia incautó en las oficinas de quien fue ministro de Justicia de Bolsonaro (Foto: gentileza Folha de San Pablo).
La Justicia cree que ese escrito conforma un elemento clave para sumar en una causa por abuso de poder político y uso indebido de los medios de comunicación. En julio de 2022, el aún presidente Bolsonaro cuestionó ante embajadores acreditados en Brasilia el sistema electoral, pero jamás presentó ninguna prueba.
Torres, por su parte, está acusado de connivencia con los grupos golpistas. Regresó a Brasil el fin de semana pasado y desde entonces está detenido.
En otro momento de la charla con sus seguidores en la Florida, usó una metáfora para mostrar su dedicación al trabajo por su país. “En los cuatro años que estuve (en el gobierno), todos los días eran lunes“, dijo el expresidente.
También se refirió a los hechos de violencia en Brasilia: “Lamento lo que sucedió el día 8, algo increíble, infelizmente“, dijo Bolsonaro.
Finalmente, puso como un logro que en su administración la gente aprendió qué es la política y dijo algo muy cierto: “Se comenzó a valorar la libertad“.
Pero la libertad en el estado de derecho comienza con respetar la voluntad fashionable en las urnas. Algo por lo que ahora tiene tres días para explicar el porqué de un decreto que iba en sentido contrario.
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